Mamá
Preparada para el momento más esperado
Nunca serás la misma, serás infinitamente más rica y mejor. Si tu bebé aún no ha nacido, estará a punto, tu cuerpo está más que preparado para dar a luz, debes estar atenta a cualquier señal que te envíe y a los movimientos cada vez más limitados de tu bebé.
Tus miedos e inseguridades se pueden agudizar, algo totalmente normal ya que es algo desconocido para ti.
Bebé
¡Bienvenido a la vida!
Si no ha nacido aún, seguro que no tarda mucho en que llegue ese maravilloso momento: la semana cuarenta es oficialmente el fin del embarazo.
Los huesos del cráneo están separados por membranas que permiten que se desplacen y que su cabeza pase más fácil por el canal de parto, mientras que el resto del esqueleto se ha ido endureciendo a través del proceso de osificación. Aún así, los extremos de los huesos más largos y las puntas de los dedos de manos y pies siguen siendo de cartílago y el cordón umbilical tiene casi la misma longitud que tu bebé.
En la semana 40 de embarazo, aunque su estómago ya esté perfectamente desarrollado, sus niveles bajos de ácido harán que solo esté preparado para ingerir leche.
Pareja
Momento de trabajo en equipo
Puedes ser el gran apoyo de tu pareja en el momento del parto, la persona que le dé la mano cuando tenga miedo, la que le diga unas palabras de aliento y hable con cariño, le transmita todo su amor y fuerza.
Llegó el momento de dejar claro que sois un equipo y ella lo necesita más que nunca; es normal que puedas sentir nervios, ya que también es algo nuevo para ti, pero piensa que el cuerpo de una mujer está preparado para dar a luz.